miércoles, 12 de septiembre de 2012

Y DESPUÉS DEL BIPARTIDISMO, ¿QUÉ? (II)


Y DESPUÉS DEL BIPARTIDISMO, ¿QUÉ? (II) 

INDICADORES DE LA SITUACIÓN ECONÓMICA

Continuemos con los indicadores sintéticos, -dícese de unos indicadores que resumen varios indicadores en uno solo-. 
Los indicadores de opinión, optimismo-pesimismo, sobre la situación económica presente y futura que se sintetizan en el indicador de confianza económica, se encuentran en la tasa más baja de la serie, aún con unas expectativas que, no siendo buenas, sí son más optimistas que el estado de ánimo sobre la situación actual.

¿Cómo se explican unas expectativas todavía relativamente “altas” y el estado de ánimo más bajo de toda la serie histórica sobre el presente económico?

Tendríamos que deconstruir el relato que intenta construir el gobierno como sustento de su acción política. Este tiene que señalar a los culpables de la crisis ante su electorado y justificar las medidas que debe tomar para salir de ella.

De esta forma el PP llama la atención sobre la herencia recibida con la finalidad de compensar el flagrante incumplimiento de su programa electoral, al tiempo que presenta el rescate del sistema financiero español como una línea de crédito en las mejores condiciones. La presunta negativa a un segundo rescate total trata de ser explicada por su improbabilidad, en función tanto del tamaño de la economía española como de las diferencias a favor de nuestra economía con respecto a las de otros países rescatados.

En todo caso, el segundo rescate será presentado seguramente de la misma forma que el primero, como una ayuda sin condicionalidad que nos ofrecen nuestros partners de la eurozona. Como las ruedas que equilibran la bicicleta del niño para que no se caiga cuando está aprendiendo, el rescate para la economía española será como la ayuda necesaria para aprender a crecer sin crédito.

La construcción del relato intenta mantener una expectativa de que la situación puede mejorar, “…de esta salimos, como hemos salido de otras”, “…aunque está lloviendo, después siempre escampa”, “este es el sacrificio que tenemos que hacer para llegar al futuro de crecimiento y empleo”, etc. De ahí las prisas por modificar el estatuto de RTVE, ya que aunque saben que no es un problema de comunicación el gobierno necesita controlar el aparato de comunicación y propaganda.

Ahora bien, con el inminente segundo rescate el relato no mantendrá ni ese soplo de esperanza en un presente muy malo pero que haría posible un futuro algo mejor que permite entender la aparente paradoja de unas expectativas electorales todavía relativamente “altas” para el PP unidas al estado de ánimo más bajo de la población en toda la serie histórica sobre el presente económico.

¿Qué efectos electorales se desencadenarán cuando el relato ya no contenga ni un soplo de esperanza?. Nos atrevemos a predecir que para el bipartidismo puede ser la puntilla.

(Nota: la encuesta del CIS de Julio se realizó con anterioridad a los hachazos de derechos y salarios y con anterioridad al previsible segundo rescate ).

INDICADORES DE LA SITUACIÓN POLÍTICA

Los indicadores de opinión, optimismo-pesimismo, sobre la situación política presente y futura se encuentran en los niveles más bajos de toda la serie histórica, lo cual profundiza en la tesis de la creciente distancia entre la representación política y los ciudadanos.
INDICADORES DE FIDELIDAD DE VOTO Y SIMPATIA

Los indicadores de fidelidad de voto y simpatía se basan en aquellas personas que recuerdan haber votado a un partido en las elecciones de noviembre del 2011 y manifiestan que repetirían su voto o que tienen simpatía por un partido o formación política determinada. Recordamos que los descensos pueden ser más acentuados de lo que las cifras indican, volvemos a insistir que no recogen los “hachazos” del 11 de julio. La sesión del Congreso de ese 11 de julio significó para muchos de los electores del Partido Popular la certificación de que había sido un error su decisión de facilitar la llegada al Gobierno de la “nostalgia de un pasado falsificado” ya en el mismo momento del cambio de turno o ciclo que iniciaba aquella sesión.

A los electores se les aparecían sus fantasmas más íntimos, el “prêt-à-penser” zapateril había sido un bluff de consecuencias históricas. Por una parte era un alivio no haberle dado continuidad con Carme Chacón, pero quedarse presos de la vieja guardia felipista, con su falta de credibilidad en la propuesta y en el liderazgo, inauguraba una travesía del desierto hacia no se sabía dónde. El sentimiento de orfandad era manifiesto.

Tanto la “nostalgia de un pasado falsificado pepero” como el revival felipista pretendían refrescar en las cabezas de sus los electores de los dos partidos el “España va bien”, “tenemos el mejor sistema financiero del mundo,..” o “ bajar los impuestos es de izquierdas”. Todas las frases estiraban los dos relatos bipartidistas, el que se inicia con “lo importante es que el gato cace ratones”, de Felipe González, con el “Rato, el mejor ministro de economía que ha tenido España, gobernando el esplendor económico español, del cual yo soy hacedor”, de J.M. Aznar.

Pues bien, el sustento electoral de clases medias que había ganado para su formación interclasista el PP, el 11 de julio descubre lo que ya habían descubierto con sorpresa los electores del PSOE un 10 de Mayo, que la crisis, como el cartero, siempre llama dos veces.
Si analizamos otros indicadores, como los que nos hablan del deterioro del liderazgo, el desprestigio institucional, composición por grupos de edad de los electorados, etc, nos encontramos con más de lo mismo.

El declive del bipartidismo va más allá de un cansancio transitorio, o es el producto de una fatiga de los materiales y se asemeja más a la duda que se plantean muchas reconversiones, ¿qué es menos costoso reparar el barco o desguazarlo y comprar otro?.

Para finalizar, de momento, las preguntas que nos tenemos que hacer son las siguientes: ¿es irreversible la decadencia del bipartidismo?, en ese caso ¿es un proceso natural y ordenado?.

La respuesta a estas preguntas se encuentra en la contestación que le demos a otros dos interrogantes: ¿a dónde van los que abandonan al PP y al PSOE?, y ¿ qué están haciendo y/o deben hacer otras opciones o formaciones políticas que aspiran recoger estos apoyos?.

Equipo de Análisis Sociológico Habitual de Argumentos

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